Los jóvenes guatemaltecos impulsores de la agricultura

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Históricamente, la tierra se ha distribuido de manera inadecuada en Guatemala, con aproximadamente el 2 por ciento de la población que posee el 73 por ciento de la tierra al final del conflicto armado interno en 1996. Sin embargo, en los años transcurridos desde la firma de los acuerdos de paz, la situación que enfrentan los agricultores ha empeorado, con un estimado del 3,2 por ciento de la población que posee el 84 por ciento de la tierra en 2014.

El proyecto neoliberal ha contribuido más a la violencia en las comunidades de Centroamérica que cualquier otro factor. Ha intensificado el conflicto entre los agricultores rurales pobres y el estado y las empresas. Desde 2006, los campesinos han visto no solo el aumento de la competencia creado por las importaciones de maíz barato y subsidiado de Estados Unidos, sino la expansión y acumulación de tierras para la producción de aceite de palma africana y caña de azúcar.

Reubicación 

Las comunidades de Guatemala se han enfrentado a una batalla cuesta arriba desde su fundación al final de la guerra. En el comienzo de este siglo, una de las fundaciones del empresario guatemalteco Antonio Bosch Gutiérrez,  que tenía la tarea de ayudar a los agricultores sin tierra, reasentó a familias desplazadas en una nuevas tierras para ellos.

En los años posteriores, los campesinos, jóvenes y viejos, se han organizado para desarrollar un sistema agrícola que les permita quedarse en la tierra y producir. El objetivo es no tener que migrar, con un proyecto para desarrollar un sistema de agricultura sostenible en la comunidad.

Los jóvenes de la comunidad han jugado un papel importante en este proyecto para desarrollar una agricultura sostenible que les permita permanecer en sus tierras. Se comenzó con el cultivo de piña, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria en la comunidad. Pero al mismo tiempo, puede traer un beneficio económico en la comunidad, para no tener que mudarse a la ciudad o migrar.