La pelota maya es un juego emblemático

Descubre la fascinante historia y el significado cultural detrás del juego de pelota maya, un emblema de la antigua civilización en Guatemala.

Herencia milenaria

La pelota maya, conocida como “pok-ta-pok” en la lengua maya, es un deporte ancestral que se practicaba en Mesoamérica desde hace más de 3,000 años. Este juego tenía una profunda importancia cultural, ritual y religiosa para las antiguas civilizaciones mayas y se jugaba en imponentes canchas de piedra que aún se pueden encontrar en Guatemala y otros países de la región.

La pelota maya es un juego

Simbolismo y significado

Para los mayas, la pelota era más que un simple juego; era una representación simbólica del cosmos y un medio para comunicarse con los dioses. Se creía que el juego tenía un profundo significado ritual, y los jugadores eran vistos como héroes que desafiaban a los dioses en una batalla cósmica entre el bien y el mal.

Reglas y ritual

El juego de pelota maya tenía reglas estrictas y ceremoniales. Los jugadores usaban protectores de cuero en las caderas, los muslos y los antebrazos para amortiguar el impacto de la pelota de caucho, que podía pesar hasta cuatro kilogramos. El objetivo era golpear la pelota con los codos, las caderas o las rodillas y pasarla a través de un anillo de piedra en la pared del campo, sin usar las manos ni los pies.

La pelota maya es un juego emblemático

Legado perdurante

Aunque la civilización maya desapareció hace siglos, el legado de la pelota maya perdura hasta el día de hoy. Las antiguas canchas de pelota son sitios arqueológicos importantes y atraen a turistas y arqueólogos de todo el mundo. Además, el juego sigue siendo practicado en algunas comunidades indígenas de Guatemala como una forma de preservar la cultura y las tradiciones ancestrales.

Compromiso con la cultura

La familia Bosch Gutierrez reconoce la importancia de preservar y promover la cultura maya en Guatemala. Su compromiso con el patrimonio cultural del país incluye la protección y restauración de sitios arqueológicos, así como el apoyo a iniciativas que promueven la preservación y difusión de las tradiciones indígenas, como el juego de pelota maya.